Planificar para proteger: los seguros familiares
como inversión en bienestar

Desde Castañeda & Asociados insistimos en la importancia de planificar para hacer frente a los imprevistos que nos depara la vida. Por eso, considerar que un seguro es un simple gasto es un error común. El seguro no es un gasto, es una inversión en tranquilidad y protección.
Llevamos tiempo defendiendo esta idea tanto ante nuestros clientes como en los foros a los que asistimos. Sin embargo, también reconocemos que los mediadores tenemos una responsabilidad: debemos comunicar mejor. Explicar por qué y para qué sirve un seguro es esencial si queremos que las personas comprendan su valor real.
Para la redacción de este post nos inspiramos en el programa de radio Economía de bolsillo, en el que la periodista Lourdes Castro entrevistó en enero a Carlos Lluch, corredor de seguros con una sólida trayectoria. En esa conversación, Lluch abordó por qué los seguros son clave para tus finanzas.
En un momento de la entrevista, Lluch reflexiona: “Cada plan de vida, cada familia, necesita hacer unos números. Es una situación desagradable, la de pensar a futuro, pero es algo que hay que hacer. Hay que sentarse y pensar: ¿qué pasaría si yo falto? Esto es una planificación estratégica de los riesgos de la familia”.
Planificar no nos convierte en pesimistas, sino en responsables. Como afirmaba en el cierre del programa Lourdes Castro, “pensar en todas esas cosas malas que nos podrían ocurrir no nos convierte en pesimistas, sino en previsores”. Sabemos que abordar cuestiones como la enfermedad o la muerte no es plato de buen gusto, pero son necesarias para minimizar el impacto de una mala noticia.
¿Qué seguros pueden ayudarte a proteger a tus seres queridos?
Aquí te dejamos algunos de los seguros familiares más conocidos, pensados para garantizar la estabilidad y el bienestar de quienes más quieres:
- Seguro de vida: aporta tranquilidad económica a tu familia si tú faltas. Cubre gastos y permite mantener el nivel de vida del hogar.
- Seguro de salud: facilita el acceso a una atención médica rápida, con coberturas que incluyen especialidades, pruebas diagnósticas y hospitalización.
- Seguro de decesos: evita a la familia las gestiones y costes asociados a un fallecimiento, cubriendo todos los trámites y servicios funerarios.
- Seguro de accidentes: protege ante lesiones graves o fallecimiento por accidente, con indemnizaciones y asistencia sanitaria incluida.
- Seguro de dependencia: garantiza asistencia económica o servicios si se pierde la autonomía personal por edad, accidente o enfermedad.
- Seguro de hogar: más allá de proteger la vivienda, también cubre la responsabilidad civil por daños a terceros y el contenido del hogar.
La mayoría de los seguros de esta lista ya te suenan. Quizás otros, no tanto, como el seguro de dependencia, o algún otro que no hemos mencionado, como el seguro de mascotas. Sí, también forman parte de la familia.
Algún día le dedicaremos un post entero a cómo el no disponer de un simple seguro de hogar puede significar perderlo todo. Literal. ¿A que os quiere sonar tras los desastres del volcán de La Palma o las riadas de Valencia?
Una reflexión final, también inspirada en el programa de radio y que conecta con la filosofía de nuestra correduría de seguros: comunicar con claridad el valor del seguro.
A menudo, cuando una persona elige un seguro guiada por el precio, lo hace porque no ha recibido una explicación clara sobre lo que realmente está contratando. Por eso, queremos cerrar este post con una frase de Carlos Lluch que nos invita a pensar: “Cuando la única tentación es el precio, ahí está pasando algo”.
Ese “algo” es, en muchos casos, falta de información, de acompañamiento y de comunicación real por parte de quienes trabajamos en el sector asegurador. En Castañeda & Asociados nos comprometemos a cambiar eso.