Cuestión de tranquilidad: por qué planificar es clave en la vida,
claramente
Cuando Juan cruzó el charco, nunca hubiera imaginado que ese esguince de tobillo en la Quinta Avenida de Nueva York le arruinaría el viaje (y el bolsillo).
Cuando Alfonso y Milagros se jubilaron y rescataron su plan de pensiones, enmudecieron. Nadie en el banco, hasta entonces, les habló de la tributación.
Cuando la nave se quemó y la maquinaria que había dentro se dañó, Andrés se quedó al borde de la quiebra por una infravaloración económica de sus bienes.
Cuando a Claudia le entraron a robar en casa, se llevaron sus joyas (¿quizás también su Rolex?), pero no pudo demostrar el robo porque no guardó nunca sus facturas.
Cuando Alba encontró su vocación y quiso estudiar fuera de Pamplona, sus padres tuvieron que “hipotecarse” por una mala planificación del patrimonio.
Cuando Joxean atropelló a un jabalí cerca de Aoiz, afrontó con su dinero los desperfectos de su coche. Su póliza no contemplaba una cobertura adicional por colisión con animales cinegéticos.
Cuando Esteban y Sonia sacaron adelante con esfuerzo, sudor y lágrimas su pyme, lo último que se les pasó por la cabeza es que un trabajador les demandaría por vulneración de derechos fundamentales.
Cuando Aitor recibió por Reyes su patinete eléctrico, tampoco pensó en que un despiste acabaría con el atropello a un viandante.
Cuando por culpa de un ataque cibernético Aída tuvo que suspender el trabajo dos días, puso el grito en el cielo. Fueron 48 horas de angustia. También dos días sin facturación.
Juan, Alfonso, Esteban, Sonia… Son nombres ficticios. Pero son casos reales. Clara-mente no es una cosa buena —qué juego nos están dando el beef de Shakira y Bizarrap— y la mejor forma de afrontar los contratiempos es planificar. El comienzo del año suele ser un buen momento para apuntar en la agenda esos hitos que marcarán el calendario, como las vacaciones, la entrada a la universidad de los hijos o, simplemente, la renovación de una póliza de auto o de hogar.
Los seguros aportan protección; en Castañeda & Asociados aportamos una RED de tranquilidad porque las pólizas y los planes de ahorro que contrates darán respuesta a esas posibles contingencias.
Y ahora, ¡a bailar el 2023 con alegría!