Cada septiembre
Cada septiembre, después de unos días de descanso, las personas que conformamos el equipo Castañeda nos sentimos como la tripulación de un barco. Aunque por nuestra labor —y nuestra condición de autónomos— seguimos sujetos al trabajo, cada septiembre es como si zarpáramos de nuevo. Cada septiembre nos volvemos a enrolar en el mismo navío desde el que capeamos las adversidades, aunque también haya momentos para la calma. Cada septiembre, nuestros camarotes reciben la visita de decenas de amigos y representantes de compañías. A veces, se convierten en cuartos de estudio, donde el silencio nos acompaña; otras muchas, en animadas sesiones de trabajo, donde se mezclan las opiniones con inesperadas llamadas telefónicas. Cada septiembre es una nueva aventura, pero con la certeza de que llegaremos a buen puerto.
Pero nuestro barco está anclado a tierra, lejos del olor a salitre del que pudimos disfrutar días atrás. Nuestra embarcación se encuentra amarrada junto a las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Tajonar, complejo deportivo donde se curte la cantera de Osasuna, club de nuestros amores. A escasos 7 kilómetros de Pamplona, las oficinas donde nos desplazamos cada día para atender a clientes y compañías se encuentran enclavadas en el edificio acristalado La Estrella, donde los rayos del sol reflejan caprichosos azules aguamarina.
Todos los días, cuando viramos hacia la calle Berroa, el complejo donde trabajamos nos evoca a la proa de un barco. Un barco al que invitamos a subirse a quienes necesiten sentirse seguros y apoyados por una tripulación con experiencia y compromiso. Otro año, como cada septiembre, os esperamos con los brazos abiertos. Basta con escribirnos, llamarnos por teléfono o, directamente, tocar el timbre de nuestra oficina: la número 416.