¡Aúpa, titanes!
Alberto Armendáriz, más conocido como “Txapela”, sufre ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) desde junio de 2018. A lo largo de estos cuatro años, sin embargo, no ha perdido la alegría y la cercanía que le caracteriza. Forofo de Osasuna y sanferminero de pro —la silueta del santo tatuada en su cuello le delata—, conocimos a Alberto hace más de 30 años cuando María y yo nadábamos junto a sus hermanas, Elena y Raquel, en las antiguas piscinas del Club Atlético Osasuna.
A sus 50 años, la enfermedad le ha afectado al habla y se comunica a través del software Grid 3. Esta barrera no le ha impedido dar un paso al frente y ser una de las caras visibles del ELA en Navarra. Alberto es tan dispuesto que tarda escasos minutos en enviarnos una foto junto a Juan Carlos Unzué para que ilustremos este blog.
Con Juan Carlos nos une —como es obvio— su paso por Osasuna. Nuestro padre, Javier, lo conoció cuando el jovencísimo portero dio el salto al primer equipo. Cuando le preguntamos cómo recuerda a Unzué por aquella época, nos cuenta que tenía un «carisma especial, muy dicharachero» y que, pese a su bisoñez, «siempre andaba metido en todos los asuntos«.
Hoy Juan Carlos también está en todos los saraos y se ha convertido en otra cara visible de una enfermedad que, como tristemente describe el presidente de ANELA (Asociación Navarra de Esclerosis Lateral Amiotrófica), Moncho Iriarte, “es una realidad ignorada”. Razón no le falta, aunque en los últimos meses, gracias a la encomiable labor de Unzué, se haya abierto una ventana para la esperanza.
Haber compartido tiempo, trabajo y amistad con “Txape” y Juan Carlos ha sido para nosotros como encontrar un trébol de cuatro hojas. La suerte de toparte, cuando así lo decide el azar de la vida, con personas que suman. Quienes les conozcan o hayan tenido la oportunidad de verlos en alguna entrevista, se sentirán reconocidos en las nobles cualidades y valores a los que uno siempre aspira: coraje, fortaleza, amabilidad, alegría… Y ganas de vivir.
Ambos y, evidentemente todos los afectados de ELA, que en la Comunidad foral rondan las 50, son la razón para participar en la iniciativa kELAmetro Solidario. Un proyecto deportivo con el objetivo de dar visibilidad y recaudar fondos para la investigación de la enfermedad.
Para quienes desconozcan la realidad de la ELA, es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que, hasta hoy, no tiene cura. Por esto es tan importante que, desde la Administración, se destine dinero a la investigación y a las terapias paliativas. ¡Muchas familias no pueden afrontar los gastos!
kELAmetro Solidario, tal y como apuntan desde su página web, “se materializará en un reto, de la mano de un ciclista navarro, Oskar Ollakarizketa, participando en la Titan Desert, una de las pruebas de MTB más dura del mundo”. Las personas y las empresas pueden participar comprando simbólicamente kELAmetros solidarios (que se corresponden con los kilómetros de la prueba) cuya aportación irá destinada a ANELA.
Desde Castañeda & Asociados creemos que es una manera de corresponder a quienes, en este caso, nos han enseñado que “la vida merece la pena vivirla y disfrutarla, a pesar de todas las limitaciones”. Son palabras de Juan Carlos en una entrevista que próximamente publicaremos aquí, en Nuestras Cosicas.
En definitiva, queremos sumar desde el cariño que les tenemos a todos los luchadores de la ELA. Rendirse no es una opción. Y a Oskar y a los demás participantes de la Titan Desert les animamos como lo haría “Txapela” a su equipo: ¡Aúpa, titanes!